Aventajados en ciencias, ellos, todas las razas, poderosos en sabiduría, hijos de las estrellas. Largo tiempo me detuve, observando su sabiduría. Los vi crear de las gigantescas ciudades etéreas de rosas y oro. Formadas del elemento primario, base de toda la materia, lo etéreo extenso.
Lejos en el pasado, ellos habían conquistado lo etéreo, liberados de la esclavitud del trabajo duro; formaban en su mente solamente una imagen y rápidamente se creaba, crecía.